Los reclusos hospitalizados a causa del incendio en una cárcel de la capital chilena que les costó la vida a 81 reos evolucionan favorablemente y no corren riesgo vital, informó ayer el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
“La evaluación que hacemos es muy satisfactoria y nos atrevemos a decir que ninguno de ellos está en riesgo vital”, indicó Mañalich.
El ministro recorrió ayer los hospitales donde permanecen diez reos que el pasado miércoles sobrevivieron a las llamas en la torre cinco de la cárcel de San Miguel. Aseguró que varios de los heridos serán trasladados en los próximos días al Hospital Penitenciario y que el caso más preocupante es el de un reo con lesiones pulmonares debido a la inhalación de humo, aunque no se teme por su vida.
En el servicio médico legal siguen los trabajos de identificación de los cadáveres y ya se han establecido las identidades de 59 de las 81 víctimas mortales.
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